ANTONIO D. OLANO, MAESTRO DE PERIODISTAS

DISTINCION A TITULO POSTUMO

DEL CLUB DE PERIODISTAS GALLEGOS EN MADRID

QUE RECOGIO PILAR DOMINGUEZ OLANO

Pilar, parece decir: ¡Es tuyo querido hermano!

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MESA REDONDA

SOBRE UN REPORTERO DE LEYENDA

CON PILAR FALCON, ALFREDO AMESTOY,

ALFONSO ARTESEROS Y CARLOS G. REIGOSA

EN LA CASA DE GALICIA

 Texto: JAVIER DE MONTINI / Fotografías:© DOLORES DE LARA

¡Maestro de periodistas! Es la distinción que, a título póstumo, ha otorgado a Antonio D. Olano el Club de Periodistas Gallegos en Madrid que actualmente preside Pilar Falcón, periodista, escritora y profesora de la Complutense. No es un diploma de regalo, es un diploma que él se ha ganado a pulso a lo largo de más sesenta años de ejercicio del periodismo en diarios, revistas, radio y televisión. La idea era dárselo en vida, pero le sobrevino la muerte y le ha tocado recogerlo a su hermana Pilar.

  Gallego de Villalba (Lugo), nacido el 25 de mayo de 1930, Antonio D. Olano (Antonio Dominguez Olano) se nos fue casi de "inocentada" el 29 de diciembre de 2012. Poco antes, presentando su relato "El hombre que bombardeó París" en el teatro Muñoz Seca, bromeaba una vez más con los amigos: "¡Cuidado! Este año se está muriendo gente que no se ha muerto nunca". Una de sus frases, de sus gracias, de sus greguerías al estilo de Ramón Gómez de la Serna.

Para esta proclamación de Antonio D. Olano como "maestro de periodistas", el Club de Periodistas Gallegos en Madrid eligió la Casa de Galicia donde José Ramón Ónega, su director y, además, delegado de la Xunta actualmente presidida por Alberto Núñez Feijóo, ejerció de anfitrión de los invitados a glosar y recordar la figura de uno de los grandes reporteros de este país: Pilar Falcón, Alfredo Amestoy, Alfonso Arteseros y Carlos G. Reigosa.

Pilar Falcón trazó una semblanza cálida y a la vez realista de Antonio D. Olano, "el socio del Club de Periodistas Gallegos en Madrid más especial, más estrambótico y ejemplar de una especie periodística ya en extinción, un lucense de Villalba con más submundos que el propio Fraga Iribarne o Rouco Varela, ambos también villalbenses de nacimiento".

Creo que este Club de Periodistas Gallegos surgió en los primeros ochenta, idea de Viruca Yebra, Luis Blanco Vila, Manuel Méndez y Ramón Pernas. Pilar Falcón nos ha dicho que también Antonio D. Olano era de los fundadores y lo retrató así: "Fuerte, amigo de sus amigos, inteligente, con una mala leche tan grande como su memoria que era inabarcable". Hombre de humor, de coña, de ironía, que se reía de todo y, por descontado, de sí mismo. "No caía bien, no quería caer bien", pero tampoco se proponía herir. Coqueto hasta el punto de quitarse ¡ocho años! (Decía haber nacido en 1938 y no en 1930).

   En el periodismo "se atrevió con todo": Entrevista, artículo, necrológica, viajes, arte, crónica taurina... Yo le recuerdo de los años de "Pueblo", bajo dirección de Emlio Romero, como un reportero inquieto, ambicioso, con ganas de comerse el mundo. Un reportero de raza. O si quieren, de una pieza. Además, escritor. Ha publicado un montón de libros. Quienes se interesen por Picasso o Dalí, no dejen de leer a Olano. El título más reciente: "El niño que bombardeó París", una novela en la que hay no poco de memorias de personajes como Picasso, Buñuel, Dionisio Ridruejo... Y ha escrito guiones y obras de teatro.

¿Mitómano? Pues sí. Además, como subrayó Alfredo Amestoy, con una capacidad admirable para abordar al personaje, ganar su confianza y quedarse con él. En no pocos casos, los personajes terminaron siendo amigos de Olano: Pablo Picasso, Salvador Dalí, el Marqués de Villaverde, incluso el propio Francisco Franco, Luis Miguel Dominguín, Orson Welles, Fidel Castro, el Ché Guevara, Rafael Alberti, Lucía Bosé...

Alfredo Amestoy recordó al Antonio D. Olano lapidario.

Un Olano que se adornaba con frases sin que se preocupara de cumplirlas a rajatabla.

Ejemplo: "Yo no prometo nada porque no cumplo promesas". Mentira: Las cumplía.

"Yo no leo libros. Cuando quiero leerlos, los escribo". Los escribió, cierto, pero leía mucho. Y Amestoy recordó la generosidad que tuvo con Carmen Posadas cuando esta escritora buscaba documentación sobre la célebre artista "La bella Otero" a quien Olano y el mismo Alfredo habían conocido muy bien.

"El pan como hermano; la noticia, como gitano". Compartía, y daba noticias, con muchos compañeros.

" No permito que, delante de mi, alguien hable mal de mis amigos, para eso estoy yo". Cultivó a sus amigos hasta el último suspiro como cuenta Alfonso Arteseros.

Y muchas otras frases.

Me pregunto cómo habría reaccionado Olano escuchando a Falcón, Amestoy, Arteseros y Reigosa, él que tantas veces repetía: "No hables bien de quienes han muerto porque nunca te lo agradecerán".

Alfonso Arteseros, productor y presentador de "Memoria de la Historia" en Intereconomía TV que mantuvo estrecha amistad con Antonio D. Olano los últimos diez años, sorprendió al auditorio con un video precioso de imágenes y de entrevistas al periodista.

Sabíamos de la afición de Olano a las corridas de toros y al fútbol (Atlético de Madrid). Por Arteseros supimos de un Olano también rockero.

Carlos G. Reigosa evocó la última entrevista que hizo a Antonio D. Olano.

El 10 de noviembre, en casa de Olano.

Enfermo, en cama, le había citado: "Trae magnetófono". Fueron dos horas, algo más, de entrevista. Le habló de una novela, inédita, titulada "Vete a la mierda, Hemingway" y terminó regalándole un ejemplar de "El niño que bombardeó París". Carlos G. Raigosa prometió: "Escribiré sobre este libro". Justo el día que se publicaba el artículo en "La Voz de Galicia" moría Antonio D. Olano en Madrid.

A esta "mesa redonda" en torno a un reportero de leyenda y un "maestro de periodistas" se sumaron los Amigos de Julio Camba, los Amigos de la Boina, los Amigos de LAMONTERA.net, y la Fundación Villa y Corte (Ángel Manuel García). También los periodistas Alfonso Sobrado Palomares, Manuel Molares, Gumersindo Montes, Pilar Gómez, José María de Juana, Francisco Cózar, Manuel Román y Manolo Seijas. ¡Ah! Y la escultora gallega María Carretero.

NO FALTARON A PESAR DEL MAL TIEMPO SUS MÁS FIELES AMIGOS