viernes, 12 de agosto de 2011

CANTINFLAS: CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE UN GENIO

Mario Moreno CantinflasAntonio D. OlanoLO INSÓLITO COTIDIANO

Por ANTONIO D. OLANO

Estos días, concretamente el 12 de agosto se cumple y debiera celebrarse el centenario del nacimiento de un genio. El mundo entero lo conoció por el nombre de “Cantinflas” y en la pila del bautismo Fortino Mario Alfonso Moreno Reyes.

De profesión uno de los mejores actores cómicos del mundo. Para mí completa el trío de los más grandes, que forma junto Buster Keaton y a los “Hermanos Marx “(a este trío de actores lo consideramos en este caso como una unidad. Es decir, tres en uno). Los tres representan la expresión máxima de surrealismo interpretativo. Tanto es así que Salvador Dalí trabajó en colaboración con los tres famosos hermanos. Tuve el privilegio de conocer muy de cerca, una cercanía que se llama amistad, a Mario Moreno y en dos ocasiones coincidí con Buster Keaton, una de ellas en el homenaje que le rendimos en el ya desaparecido “Valentín”

Mario Moreno actuaba como protagonista junto a David Niven en la película “La vuelta al mundo” en 80 días”, una versión nueva de la popular obra de Julio Verne. Fue llamado para colaborar Luis Miguel Dominguín. Una de las escenas se desarrollaba en la Plaza Mayor de Chinchón que se convierte en ruedo, merced a las talanqueras y al cerco de madera con el que se reviste uno de los lugares más pintorescos y hermosos de la Comunidad Madrileña.

De torero a torero. Y digo esto porque Mario Moreno era ocasionalmente torero. Toreó festivales benéficos y su atuendo era el habitual en todas sus actuaciones. Vestido al desgaire y con los pantalones siempre caídos ofrecía un espectáculo inigualable.  Si. De pronto, se proponía torear “en serio” lo hacia como uno de los mejores maestros de la tauromaquia.  Su afición era tan grande que no se conformó con los alberos sino que creó una ganadería en una de sus fincas mexicanas. A la que invitaba a todos los toreros, mexicanos y españoles- Ponía uno de sus aviones particulares para que los toreros, y sus cuadrillas, se desplazasen a los lugares en los que actuaba.

Cantinflas torero 5    Cantinflas torero 4

MARIO MORENO “CANTINFLAS”, TAMBIÉN FUE UN TORERO SENSACIONAL.

Mario era la generosidad repartida hasta vaciar sus manos. Siempre estaba a disposición de todas las causas que le parecían nobles. Empleó muchos millones de dólares en ayudar a los que lo hacían menester. Y parte de su fortuna en obras de Arte. Era dueño de una gran pinacoteca. En España yo le ponía al día de los maestros españoles, no solo a él sino a sus asesores artísticos y financieros.

Dominguín vestía el traje corto la tarde del rodaje de “La vuelta al mundo”, fue el que me presentó al genio mexicano, desde entonces nació y fue creciendo una gran amistad entre nosotros.

“Cantinflas” toreó varios festivales en plazas portuguesas, mexicanas, francesas y españolas. Llenaba los tendidos como correspondía a una gran figura del toreo. Presidia de la ortodoxia habitual, pero no de su sapiencia taurina. Cuando quería podía ponerse a la altura de los toreros con más arte y oficio. No obstante conocía los límites a los que podía llegar. Entre otras cosas no deseaba sacrificar a su personaje. Tuvo muchos imitadores, algunos de ellos en España. Al igual que le sucedió a “Charlot”, se organizaron concursos para los mejores imitadores de ambos. Charles Chaplin se presentó sin identificar su personalidad. Quedó segundo en el concurso. Igual pirueta se repitió en México en varias ocasiones, ni siquiera Mario Moreno alcanzó el éxito total aunque dicen:“que de nuestros imitadores serán nuestros defectos”, en el caso de ambos cómicos no resultó cierta la afirmación de don Jacinto Benavente.

Participé en algunas actuaciones de entrenamiento de Mario Moreno. Esta misma mañana recordaba el acontecimiento con otro gran amigo del cómico mexicano: Victoriano Valencia. Pasamos la mañana en la finca del conde de Pinohermoso, cerca de el Escorial. Allí el antiguo rejoneador y ganadero tenía preparadas unas vaquillas para Mario y Victoriano. Yo me acerque tímidamente a un burladero de la placita de tientas. Pese a que desde mi infancia acudía a estos festejos y a las corridas de toros, no me atrevía más que en contadas ocasiones a dar unos pases a un becerrito. Guardaba mi valor para la corrida anual que en la “Monumental” madrileña organizaba Radio Madrid. Yo figuraba en la cuadrilla de José Luis Pecker.

Después de la reunión matutina Victoriano, Mario y yo, dimos cuenta de una bien hecha y pantagruélica paella en “Casa Camorra” de la Cuesta de las Perdices.

MARIO MORENO EN EL RECUERDO DE SUS AMIGOS.

Desde entonces fueron muchos mis encuentros con Mario Moreno, me llamó desde México para decirme que iba a presentar un disco compuesto y cantado por él destinado a fines benéficos, nos daba cita a mí y a su íntimo amigo Manuel Benítez más conocido por “El Cordobés”. Manolo, el “pelos” también quería grabar un disco benéfico y fue a nuestro encuentro guitarra flamenca en ristre. Toda aquella movida tenía un motivo benéfico. Mario Moreno empleó casi toda su vida participando en actos en favor de causas justas.

Nos veíamos por lo menos dos veces al año, primero en México y después en Madrid en donde pasaba largas temporadas en la capital de España. Tenía abierto un hermoso piso del que se cuidaba su secretaria española. Pero el, si las visitas eran de pocos días, prefería alquilar una suite en el “Hotel Palace” de Madrid. De este lugar salíamos “el cordobés”, Mario y yo a recorrer Madrid y a participar en machadianas coplas que nos han “matao” en muchas noches de juerga.

D. Olano, el Cordobés y Cantinflas)

Uno de sus comedores favoritos era el restaurante de José Luis, frente al Bernabéu. El anfitrión nos reunía a Alfredo Amestoy, a Jesús María Amilibia, a Mario y a mí en almuerzos que unían el mediodía con las del alba. También hacíamos el yantar en los restaurantes mexicanos de Ruiz Solaguren: México D-F. y Acapulco, ciudad en la que “Cantinflas” tenía una gran mansión. A ella llevó invitados a Enrique Herreros, hijo y a Carmen Sevilla a la que le decía: “Que pena que te hayas casado con ese catalán”.

Amilibia, Amestoy, D. Olano, Cantinflas y su secretaria española y José Luis Amilibia, Amestoy, D. Olano, Cantinflas y su secretaria española y José Luis

Mario enamoraba y era enamoradizo de vocación. Vivió muchos años unido a la actriz húngara, afincada en España, Iran Eory (Protagonista de una versión de “La verbena de la Paloma”). La actriz, gran amor del genio, murió muy joven en México.

Por miedo a que la memoria veranee en este centenario, hago acto de presencia en el mismo para recordar a los demás a quien millones de personas recuerdan perpetuamente:

A Mario Moreno “Cantinflas”:

EL ACTOR CÓMICO MÁS IMPORTANTE DEL MUNDO

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