domingo, 30 de agosto de 2009

ALMERIA: GRAN TARDE DEL CID


FERIA DEL MAR DE ALMERIA
JUAN MIGUEL NUÑEZ (EFE)

"Al final resplandeció el nombre del "Cid", en el cuadro de honor de la feria"


Almería (España),sábado 29 agosto 2009
Juan Miguel Núñez(EFE).-
El diestro Manuel Jesús "El Cid" realizó lo más importante de la tarde y de toda la feria, un faenón que no tuvo buena rúbrica con la espada, para después cortar dos orejas y acabar saliendo por la Puerta Grande, hoy en Almería (sureste).
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FICHA DEL FESTEJO.- Cuatro toros de Hermanos García Jiménez y dos -primero y segundo- de "La Reina", aparentes y desiguales de presencia, con un tercer toro muy escaso de pitones, mansitos aunque "dejándose" los titulares, y más encastados los otros, sobre todo el buen segundo.

Manuel Díaz "El Cordobés": pinchazo y casi media (ovación); y estocada desprendida y atravesada que escupe, y descabello (oreja).

Manuel Jesús "El Cid": pinchazo, estocada y dos descabellos (gran ovación tras aviso); y buena estocada (dos orejas).

David Fandila "El Fandi": estocada (oreja); y metisaca, tres pinchazos, media y dos descabellos (palmas).
La plaza rozó el lleno en tarde espléndida.
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"EL CID", EN EL CUADRO DE HONOR

No es la primera vez que se anuncia "El Cid" con dos toreros de los llamados mediáticos. No parece que encaje su estilo en los ambientes de este tipo de corridas. No tiene sentido el frenesí que hay en las otras faenas con la seriedad que se sigue, y hay que ver, el toreo del "Cid". Los empresarios sabrán porqué esta mezcla tan rara.
El caso es que el público habitual suele tomarse un descanso en este tipo de corridas. El tendido se puebla de espectadores ocasionales, con los que es más difícil triunfar por derecho, y al revés, son más complacientes con lo superficial.
Por eso el triunfo del "Cid" ha sido doble, pues ya que de sus manos brotaron los mejores lances y los más bellos muletazos no sólo de la tarde sino de toda la feria, lo importante ha sido convencer y hacer disfrutar también a los agnósticos.
Fue su primera faena. Lástima que sin la oportuna rúbrica con la espada. Pero ahí quedó. Otra obra cumbre del "Cid", que para muchos puede pasar inadvertida por el contexto de la tarde. Había que estar en la plaza para asimilarla y catalogarla en su verdadera dimensión.
Gran "Cid" como tantas veces en temporadas mejores.
Faena de mucho ritmo y unidad, muy compactada. Embeleso con el capote y esplendidez con la muleta. La derecha esta vez rayó a gran altura. Muy quieta y encajada la figura, "El Cid" enganchaba al toro por delante, llevándole muy por abajo, y muy lejos. El temple, arma para someter. Y el gusto, el relajo y la naturalidad. Verdadero deleite. Fue faena de clamor tirada por la borda, ya está dicho, por la mala espada.

Y menos mal que llegó a resolver el triunfo en el siguiente toro, en una faena que no tuvo tanta redondez, con series compuestitas alternando las dos manos y con menos profundidad por la condición del animal, que tuvo menos empuje. El conjunto, no obstante, resultó exacto, por la buena técnica y la exquisita estética. Atacó esta vez con la espada en la mano izquierda para agarrar un estoconazo que dio paso a las dos orejas. El recuerdo de la anterior faena estuvo presente en la vuelta al ruedo con los trofeos en la mano.

"El Cordobés" planteó un primer trasteo más cerca de la ortodoxia que de "lo otro", aunque no terminó de resolver. Bien con el capote, y bien también en la primera parte de la faena de muleta. Pero todo cambió al cambiar a la zurda. Además cortó la faena cuando empezaron a pedirle las extravagancias.
Y fue precisamente con "la rana" y otros guiños con lo que "El Cordobés" cortó la oreja del cuarto, toro deslucido por rebrincado.
Imposible pararse con él, sin embargo el show encajó bien.

El primero del "Fandi" fue toro con muy pocos pitones, y muy bajo de raza. A eso hay que añadir que el granadino le obligó una barbaridad en los tres tercios. Largas de rodillas, verónicas y quite por saltilleras y chicuelinas. Y carreras en banderillas.
La faena de muleta apenas tuvo consistencia, con el toro quedándose corto y defendiéndose. Pero tras la estocada no hubo rubor en la plaza para pedir la oreja, ni en el "palco" para concederla.
Del mismo corte la faena al sexto, con muchas prisas en todo, con gran pasión en el tendido. Si llega a matar bien hubiera estado asimismo en la Puerta Grande.

Al final resplandeció el nombre del "Cid", en el cuadro de honor de la feria. EFE

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